viernes, 19 de noviembre de 2010

EL SABOR DE UNA MIRADA


Se conocieron subiendo las escaleras que les llevaba a la sala de estudio común. Ella se acerco tanto que el sintió algo de sudor, el cuerpo se arremolinaba en deseo de que ella  lo rescatase de momentos de ternura obsoleta. Le preguntó que estudiaba y el con el esbozo de una sonrisa le respondió con  amabilidad y con una placiente sonrisa.  Expresaron con palabras motivas, la expresión que sus miradas colapsantes les daban a entender esos días atrás en que se sentaban uno frente al otro, esas miradas  que interrogaban y respondían a la  vez que suscitaban algo más  que un encuentro fortuito.
En el descanso y de manera casi premeditada se veían en la sala de descanso. Una sala amplia con unos ventanales  que dejaban abrazar el sol y  amasar su remansa calidez. Máquinas expendedoras que ofrecían los típicos surtidos bebidas, aperitivos, cafés y esos alimentos  basurientos como designan algunos, que anulan el apetito a la hora de comida. Versaban de muchos temas el siempre le hablaba con franqueza y sinceridad.  A ella le costaba  exteriorizar su día a día. Ella escuchaba atenta sentía,vivía sus palabras,su presente encontraba un tiempo, su tiempo,su momento extinguido  con un desaire erial, imaginación que la privaba  y la sumergía en esas esferas de vacío cual margarita desojada que pétalo a pétalo, escribe su deseo y lo llena de una carga que   anhela en cada pétalo sufragando en el calcáreo suelo.
Cómplices de sus miradas se empezaron a dar cuenta  que el mirarse lo decía todo,  conjeturaba  un deseo, su sinceridad les llevo a intimar.
Subían por las escaleras que les llevaban a la sala de estudio común. Ella lo miraba algo diferente  que de costumbre se apretaba los labios con deseo y fervor, quería sentir los suyos el fuego de su sinceridad, la llama que al tocarla sin humedecer sus yemas  la quema, la sonroja, la hierve. En ese instante el acerco su cuerpo como la madre cautivadora que agolpa a sus crías para darles calor, par  y una protección muy humana, ella levanto la mano, estaba ahí  subyugante, eterno, místico,  que deriva a  la frustración, a lo prohibido, a lo incarnable. El le robo un beso, ella no se opuso lo sintió como el más puro regalo acontecido en años.
Seguían  observandose  a diario como el rosal que torna al cielo al caer el rocío, el agua divina que baña su morada. Se amaron. Complacieron el fuego que transmitían. Sintieron cada palmo de sus latitudes, gozaron como la más polinizadora de las flores que no se marchita ante la sequedad.
Vibraron, gimieron  y ante todo vivieron el momento  que esa mirada imploraba. Después de un profundo abrazo ella le confeso que había logrado hacerla muy feliz, sus ojos constataron fielmente sus palabras, desearon y  amaron sus cuerpos como si fuese la última baza de un amor prohibido.   


                                     La foto es de Anna  Bodnar

15 comentarios:

  1. Las miradas hablan por si solas y de muchas maneras.
    ¿Como es posible que no llegue el frío, frío no llegue por aquí, que rabia?
    Buen finde a todos.
    Besos y abrazos

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  2. silencios,miradas que se cruzan,tímidas sonrisas de nerviosismo,ufff lo prohibido tiene ese que sé yo,que yo que sé...,el caso es que cuando deseas algo prohibido y lo saboreas,sabe mas rico.

    me ha encantado,un abrazo.

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  3. claro que si, esa quimica entre dos personas no sepuede explicar, un segundo se convierte en una hora...

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  4. Me gustó el relato. Me gustó que se entregaran así. Me gustó sentir. Un saludo cordial desde Rep. Dominicana.

    Andri Alba

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  5. Sobre todo Mara,cuando esa prohibición rompe las reglas establecidas. Hay reglas, pero dede luego algunas son arcaicas.
    Un beso

    Y una hora en un momento eterno, el momento de ellos, que deseas que jamás termine Geraldine.
    Un beso

    Me alegro que te gustara Andri y bienvenida a tu nueva casa.
    Un beso

    Gracias por vuestros comentarios

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  6. ¡Guau...! ¿Como va a llegar el frío por tus tierras si con relatos como este aleja las tormentas? Me encantó sentí sus miradas y fue emocionante....muy emocionante.

    Besitos.

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  7. Extraño el frío y bastante, pero el amor se escapa a cualquier temperatura y rasgos climáticos.
    Un beso
    Gracias por el comentario

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  8. El universo de las miradas es único...

    Por cierto, mi amigo tiene una máscara africana igualita a la de la cabecera de tu blog...que chuli!

    Bss

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  9. Cómplices y entrelazadas miradas que yacen en el alma y desembocan en la piel que mana y florece dulce miel entre deseos y sentidos derramada…

    Muy bonito relato amigo

    Un placer pasar por aquí

    Bsos

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  10. Las miradas dicen todo y nada Bohemia.
    Bienvenida a tu nueva casa.
    Un beso

    La verdad es que si Ginebra mirar es perderse y encontrarse, no siempre donde deseas pero te lleva.
    Un beso

    Gracias por vuestros comentarios

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  11. Llegué a vos a través de un comentario en un blog amigo. La intuición no me falló. Encontré un espacio lleno de vibraciones, de sutilezas, de pasión y de hermosas letras.
    Me quedo como seguidora.
    Te invito a conocer mis blogs, estaré encantada de verte poralli.
    Un abrazo desde Buenos Aires

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  12. Muchas gracias por tu visita y bienvenida a tu nueva casa Susana Nicoli. Las llaves se hallan bajo el felpudo pásate cuando quieras.
    Un beso

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  13. Los ojos hablan. Siempre lo he dicho. Además, siempre dicen la verdad.

    Un beso, Stelios.

    p.s. Por aquí esta mañana hacían 2º... Envidia eh??? :P

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  14. Fueron decididos o mejor, él se atrevió a acercarse a ella, por tanto, maravilloso. Estoy cansada de pensar y leer en historias con un final triste, deseaba un final apasionado, con gemidos, sonidos y voces de sentimientos varios... jejejeje.

    Me gustó de veras. A pesar de la timidez de ella, con un desaire erial (he buscado la palabra, no la conocía).

    Un saludo.

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  15. Si Novicia los ojos expresan mucho de la otra persona y sí, que bien el frío, "jo".
    Un beso

    En ocasiones lo desconocido te da sorpresas Lemaki.
    Un beso

    Gracias por vuestros comentarios

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