martes, 23 de noviembre de 2010

La foto es de Bill Brandt

 Ver, tocar  lo que te rodea, lo que está al alcance de la mano, sentir lo que se encuentra más allá de la vista. Un cuadro, escultura, silla,libro, cualquier cosa inerte que cobre vida al poseerla con permiso de su conciencia vivida. Te dice, te expresa es algo inherente, como el gato todo lo ve, todo lo toca,  todo lo indaga. Sus historias, esas que llevarán vividas, nosotros no estaremos, nuestra ser se evaporará, pero ellos seguirán estando presentes, sintiendo, contando otras  manos que les den respiración, ojos que les regalen sentirse vividos, útiles, compasivos. Sensación ufana, indescriptible, únicamente mis manos o mi mente o mi espíritu retroceden a épocas pasadas, a experiencias vividas, igual que el mirlo que se deja llevar tras una tediosa  niebla que sublime aguilla que se desprende en rociada forma le da un tono rojizo de hojas con una adherencia verde sonrisa. Niño que aprende tocando, rompiendo,viviendo un nuevo objeto,una nueva experiencia. Todo lo que tu espíritu pueda sentir y tus manos transmitir.