lunes, 10 de enero de 2011

DOS DÍAS

La foto es de Manuel  Álvarez  Bravo

Es el tiempo medido y justo para darse cuenta de lo que realmente sientes y vives. Expresión que llena de ideas. Unos sentimientos  que de manera resolutiva se agolpan tras el transcurrir de cada suspiro, en que echino despertar te encuentras con la realidad.
Una verdad que te ofrecen  fresca, renovada y pura. Sauce que amarrado a la tierra deja de vibrar, cada soplo  de aire, cada aleteo de ese ave que curiosa y agradecida se posa en su cuerpo, ardilla que se jacta en cada salto que sorprende su mirada, sauce agradecido, bello y fuerte.
Soy cociente de la realidad que rodea el avatar e mi claridad. Salto, río, corro, aleteo, en este día el tercero de ellos. Los  dos anteriores que me han ofrecido un sentido, un momento y una grandeza, que como hoja perenne no cesa, no vacila, no se desprende del sorprendente lamento que es a la vez firme y conciliadora.
Cada remanso, cada graznido, cada ladrido, cada rugido, todo significa vida, paz, lucha  y encuentro. En ellos dos he disfrutado y encontrado un paso a  una libertad que ya no cabalga efímera, desunida y da siempre paso de siete leguas y latidos de gigante.
Nunca será lo mismo desde el tercer fogonazo, alumbrado, todo sigue su curso.