viernes, 27 de mayo de 2011

INSTANTE QUE NO CAMBIA, SUEÑO QUE DESLUMBRA

Da  la impresión de que cada segundo se escapa, inherente ver y sentir que el otro es diferente al anterior y el que llegará nada tiene que ver con el anterior, que cacao mental ¿no?, pues no, sentir el soplo del cambio, el rayo de la lucidez y las gotas de la paciencia es la virtud de no retornar tras otro decisión, en otra dirección, en otro pensamiento, firme en tus criterios, ausente en cosas sin sentido, y ante todo claro en tus ideas.
Cada remanso de vida que despierta la sombra que no encontramos es la mitad de nuestro yo que se pierde de manera incierta y no la encontramos sino cuando dejamos de buscar, cuando nos cansamos de soñar que volverá nos vuelve a acompañar.
Cada respiración, cada anhelo que inhalamos es una virtud de aire que sosiega el campo cultivable de margaritas, de tulipanes, de azaleas, de jazmines, todas regadas con el suspiro de nuestra claridad y las semillas de nuestro deseo, solo así se emancipa los olores que nos crean la voluntad de cosechar el espíritu de las flores y la facilidad de no perder el rumbo de nuestra mitad, mitad de sombra que nos deja sin ser quien somos.
Todo riego esconde una sonrisa, toda flor una virtud y cada persona un sueño....es humano.





                                        La foto de Zena Holloway