Vagabundea, deambula de un rincón a una esquina, de una piedra a un grano de arena, de un suspiro de sal a una brisa candente, se lleva por una ciudad costera, portuaria, pesquera por tradición y vida. Sus zapatillas cual hierro imantado lo deslizan por un suelo salino, liso, fluyente. Su graznido ensordece pero revive, su olor profundiza en sueños y atardece el pensamiento, vivir hacer memoria, otros suspiros, quien lo vio volar, ella costera, portuaria, pesquera por tradición y vida. La surca con ojos extraños, foráneos, de otro modo, con
otra textura, al igual que la inquietante madre que por necesidad deja su nido y se enfrasca en la aventura del vital sustento que alimente a sus indefensos e inocentes recién venidos, siempre con la naturaleza intuitiva de volver y encontrar, recias plumas adheridas al remanso de ramajes. Poder, intensidad, magia tal vez, una vez que te atrapa no te deja salir, como la inocente mariposa que por descuido del destino termina en la laboriosa, faraónica y macabra tela, pero de está tela no querrás huir. El abrazo de pasión del fuego y el mar, la afable serenidad, el contraste de la madre que todo lo sabe, llena, vive. Ese algo que ensueña. Se le otorga extraño, infecundo en formas. No encuentra su lugar, únicamente su presente, su refugio personal que enraizará la perseverante forma de ser por los días que hallan de venir.
Iglesia de San Ginés años cuarenta, Arrecife de Lanzarote
Es innegable que este lugar encierra algo que ni los más ancianos del lugar se sabrian explicar.
ResponderEliminarBuena semana a todos.
Besos y abrazos
Gracias por visitarme Stelios…si me lo permites, iré adentrándome y conociendo tu blog…
ResponderEliminarBuena semana
Bsos
No sé, de repente he pensado en gaviotas, o mejor dicho, en un nido de gaviotas en el alto campanario. Me encanta el mar y todo lo que huele a mar...
ResponderEliminarBesossss.
¡qué isla tan hermosa, Lanzarote! Nunca olvidaré los momentos vividos allí.
ResponderEliminarSaludos.
El gusto es mío Ginebra de que llegues a tu tu nueva casa. Estás más que invitada a tu casa.
ResponderEliminarUn beso
Las gaviotas no crian en los campanarios, eso son las cigueñas. Las gaviotas buscan zonas pedragosas e intentar escapar de los asaltadores de huevos.
Un beso
Sí Rubo es bellísima, y esconde muchas cosas. Me alegro que te halla encantado.
Un saludo
Muchas gracias a todos por los comentarios
está como suspendida...que linda la vida en blanco y negro...
ResponderEliminarHay rincones con una magia especial que te atrapan sin que quieras liberarte.
ResponderEliminarBesos
suena evocador,que lindos retazos de vida,precioso lugar.
ResponderEliminarun abrazo.
Lleva clavadita trescientos años Geraldine y tiene unas columnas de piedra volcánica trabajada que sostienen su techo, super.
ResponderEliminarUn beso
Pués si Alis, hay rincones que te sumergen a otras épocas y otros recuerdos.
Un beso
Gracias por vuestro comentarios
Bonito y soñador Mara. Una ciudad con historia de piratas y capitanes, una ciudad colonial, ya que su nombre real es Puerto del Arrecife, por sus arrecifes de piedra que la rodean y daba mala bienvenida a los asaltantes.
ResponderEliminarUn beso
Gracias por el comentario
Me evocó, no sé por qué, aquella inolvidable película de Rosselini. Strómboli
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por tus palabras, tu blog tiene una pinta fantástica, voy a adentrarme con tu permiso poco a poco y a sumergirme en cada entrada.
ResponderEliminarUn abrazo
Mientras nosotros caminamos, el tiempo se detiene ahí, justo ahí, donde los infantiles pasos corrían en desbocado juego, donde en las casi madrugadas de los Sábados nos metiamos entre los olores y colores del mercado, donde mas de una vez el dolor nos toco a la puerta con bata blanca. Nos hemos alejado mucho pero el tiempo sigue ahí en suspenso.....esperando ser acariciado por nuestra añoranza.
ResponderEliminarLa verdad Torcuato que hay rincones en está isla para sentir un buen Strómboli, pásate cuando quieras, serás bienvenido.
ResponderEliminarUn abrazo
Está es tu casa Marikosan, la llaves las llevas colgadas del pecho, pásate a cualquier hora, domo arigato gozaimasu
Un beso
Es bueno recordar esas calles donde caímos, reímos gritamos, vivimos y sobre todo, nunca dejaremos de oler
Un beso
Gracias por vuestros comentarios
Describes tan bien las sensaciones que es fácil vivirlo a la vez.
ResponderEliminarUn beso, Stelios.
Bueno Novicia, cuando has disfrutado a pesar de las circunstancias del lugar y lo que te rodea, se puede ver de cierta manera.
ResponderEliminarUn beso
Gracias por el comentario
Es cierto, defines y representas las sensaciones de un modo muy concreto y asequible para una mente ordinaria... bueno esto de ordinaria equivale a, no conocer el lugar en concreto, pero tras releerte y asimilar tus impresiones, es cómodo y sencillo visualizar tus palabras.
ResponderEliminarMe gustaron mucho tus palabras.
saludos.
Qué hermosas palabras,
ResponderEliminarcuánta belleza
para bien terminar el día
Gaviotas.. seres vivos.. capaces de sentir y vincularse en un instinto materanal.. que todos aforunadamente llevamos dentro..
ResponderEliminarEn tu isla serán bellas.. como lo son para los ojos de cualquier que sepa verlo y anclarse al pasado para volar con ellas hacia el futuro.. sin desperdiciar ni un minuto del presente que si tenemos..
Bello Stelios... besos de gaviotas
Bueno Lemaki, la magia que rodea este lugar beneficia a sentir lo que se expresa, pero no todo lo que rodea acompaña, te dejas llevar.
ResponderEliminarUn beso
Me alegro que hallas terminado bien el día, MTeresa
Un beso
Si Estrella, cada uno refleja su presente como lo ve,esté donde esté,pero no siempre se ve todo claro.
Un beso
Gracias a todos por los comentarios
Hola amigo, bellas letras, nos sentimos transportados en ellas..un placer leerte, pasa buena atrde, gracias, besos.
ResponderEliminarUn saludo.
ResponderEliminarHe volado subida a mi imaginación y en tu realidad por tu isla, fue alucinante...
ResponderEliminarBesitos.
Gracias Don Vito que te hallas transportado a este lugar de olas remansas y nubes que encogen,
ResponderEliminarUn abrazo
Savia gracias por la visita a tu casa, nos seguiremos colando en el mismo zajuán.
Un beso
Espero que tu imaginación Campoazul se mantenga siempre viva.
Un beso
Gracias por vuestros comentarios
Un relato gris, de esos que describen una sensación indeterminada para, inexorablemente, llevarte hacia un sitio y estampártelo en la frente sin anestesia. Me gustó la descripción/relación madre con hijo.
ResponderEliminarSaludos