En cualquier momento y en un lugar desolador se presentaría imberbe, fuerte y a la vez amarga y algo alocado, es el sentido que ella albergaba, su vida se frenaba, se desternia, se desalojaba de problemas, de lágrimas, de sonrisas y ante todo sueños. Una nube arropa su pensamiento, desorienta sus latidos,adormece su cuerpo.
Es como un rayo que centelleante y desbocado. Agrieta un rama que de vida atolondrada, desmaya los ojos que se alojan en el círculo que rueda en torno a su mirada al tacto de su piel, al suspiro del aliento.
Ella es una centella cortada por un rayo, una rama seca que no renace tras el regalo divino, solo un soplo de aire templado corta y emancipa cada instante, susurro que llena una vida, recorre, se turba alentador y desolador, conciliador y destronante. Cada momento que transcurre ella quiere ser ella, lo es y será.
El rayo vuelve a encender una rama, pero está vez alumbrará su vencido y amable despertar.
La foto es de Man Ray