miércoles, 2 de octubre de 2019

ENTRAR POR LA FORMA Y SALIR DE ELLA

Resurge un dictamen de elocuencia retenida, es como el sordo aleteo de una libélula en un angosto atardecer de lluvia de rayos del astro rey.
Acometido el momento de publicar mis latidos al sinuoso presente se escabulle en mí retazos de una vida oriunda en tierras sin aroma, es el trasiego de una ardilla, saltando de un sauce a un pinar, volando su intelecto de rama a aire, de aroma a pasión, esa es la esencia de sentir la bruma de lo alcanzable, la paz de tu sonido.
En ese instante estás y al momento te mueves acorde al sentimiento de vivir ese espacio que ya se esfumó.
Cual grulla solivianta su golpe, dejándose mecer por la sonrisa de Eolo y él a su vez, vive en la gracia de su madre.
No conozco, no vivo, no anhelo, sin que ella sepa que la verdad de lo puro se refleja en el lago del sentido y en la bruma de lo que fue. Todo esconde su forma, nada lleva su paso.
Como dijese Jigoro Kano:
-"Seiryoku zenyo":-"Utiliza eficaz la energía"
-"Jita kyohei":-"Solidaridad y prosperidad mutua"
El océano trae, mueve y lleva. La bruma, envuelve, cambia y gira.
Nada es todo y todo es oculto.
Lleva impreso la verdad del latir.
La foto es de Ansel Adams